Actualmente, la transformación digital y la digitalización de los procesos marcan el día a día en todos los sectores. Tampoco la industria alimentaria ha escapado a esta realidad, donde la implementación de soluciones tecnológicas e innovadoras ha dado como respuesta la agricultura 4.0.

En este contexto de digitalización es necesario comprender que este nuevo sistema resulta esencial para quienes desean expandir sus negocios, ser más competitivos y obtener mayor rentabilidad, a la vez que son más sostenibles.

Sin duda, la denominada agricultura 4.0 resulta clave para alimentar a una población que en 2050 se estima llegue a los 9.700 millones de personas. Es por esto que, dentro del reporte de tecnologías estratégicas para la economía en los próximos diez años que recoge el informe Markets of Tomorrow 2023, del Foro Económico Mundial, la agricultura 4.0 ocupa el primer puesto.

¿Qué es la agricultura 4.0?

El nombre de agricultura 4.0 se deriva del término industria 4.0, empleado como sinónimo de la cuarta Revolución Industrial; un periodo donde se produce una integración de datos y tecnología para automatizar procesos productivos, buscando la máxima autonomía posible.

La agricultura 4.0, evolución de la agricultura de precisión basada en el uso de técnicas para obtener cultivos y producciones más eficientes se fundamenta en el uso de tecnologías, enfocadas hacia la digitalización de los procesos agrícolas, con la finalidad de mejorar la calidad y rentabilidad de los cultivos, y disminuir las consecuencias medioambientales.

En concreto, se ayuda del uso de equipos, software y sistemas que hacen más económico, fácil y mejor el proceso de producción de inicio a fin. Por ejemplo, desde el acondicionamiento de un terreno de cultivo hasta la recolección de una cosecha.

Para poder aplicar la agricultura 4.0 es necesario conocer y emplear las principales tecnologías 4.0 que se pueden usar para simplificar, agilizar y mejorar los procesos en la industria alimentaria. Y, sin duda, también lo es estudiar la relación entre la ciencia y la tecnología de los alimentos para colaborar en la modernización del sector.

En este sentido, algunas de las innovaciones tecnológicas que colaboran en la cadena de producción son:

Drones. Los drones son pequeños vehículos no tripulados que permiten visualizar y supervisar los cultivos. Se emplean principalmente para cartografiar terrenos, pero también para detectar problemas no visibles a simple vista como plagas o fallos en la plantación.

Sensores ambientales. Elementos ubicados en los campos que pueden recoger datos meteorológicos y climáticos, así como información sobre los requisitos a nivel hídrico del área de cultivo.

Cámaras. Empleadas para monitorizar plantaciones. Algunas como las hiperespectrales permiten analizar la composición de los cultivos y obtener datos imperceptibles al ojo humano.
Tractores autónomos. Utilizando sensores tecnológicos e IA (Inteligencia Artificial) la maquinaria, como los tractores, pueden realizar sus tareas de forma autónoma; es decir, sin la necesidad de que lo guíe una persona.

Robótica. Tal y como sucede en industrias como la automotriz, el uso de brazos robóticos en la agricultura 4.0 permite automatizar tareas como, por ejemplo, la poda de vides.

Automatizaciones. La automatización aplicada a tareas como el riego es una de las tecnologías que ayuda grandemente a cualquier agricultor. Además, estas pueden gestionar otros elementos y avisar de incidencias como fugas de agua.

Internet de las cosas (IoT). Esta tecnología es la que hace posible que diversas herramientas diferentes (drones, sensores, cámaras…) se conecten y comuniquen entre sí para compartir datos útiles con los que mejorar el desarrollo de cultivos.

Inteligencia artificial. Gracias a esta tecnología se puede enseñar a las máquinas a evaluar situaciones determinadas y tomar decisiones sobre esto al instante.

Nube. Este conjunto de servicios y recursos a los que se puede acceder y compartir en la red se convierten en una herramienta útil para acceder a diversas tecnologías y datos a un mayor número de personas.

Si bien las tecnologías son fundamentales para explotar la agricultura 4.0, también lo es la aplicación complementaria de la tecnología de los alimentos, una ciencia encargada de estudiar todo lo vinculado con los alimentos de consumo humano y animal. Esta área estudia las materias primas (composición y propiedades) y aplica diversos procesos tecnológicos y biotecnológicos que benefician el diseño de alimentos y amplían sus propiedades.

Ventajas de la agricultura 4.0

La agricultura 4.0 es un hecho y, como ya se ha ido citando, la integración de la tecnología en esta área aporta numerosos beneficios:

• Producción más eficiente, donde se optimizan los recursos y se incrementa la cantidad de alimento recolectado.
• Se usa de forma más eficiente el agua y se mejora la gestión de pesticidas y fertilizantes.
• Mejora el impacto medioambiental de toda la cadena agroalimentaria.
• Las condiciones de trabajo de los trabajadores se vuelven menos pesadas gracias al apoyo de herramientas digitales e innovadoras.
• Se da un control constante en cada fase de la cadena de producción, lo que beneficia la calidad del producto final.
• Se puede acceder a los datos con facilidad gracias a la digitalización y así monitorear el estado de los cultivos.
• Se mejora la toma de decisiones adaptadas a las necesidades reales de la explotación en base a los datos recogidos.
• Se incrementa la productividad, pues la automatización permite realizar las tareas en menos tiempo y de forma más rápida y eficiente.
• El proceso reduce los costes, ya que se hace una mejor gestión de todos los recursos, suministros, etc. lo que redunda en la disminución de coste en aspectos como luz, agua, combustible, etc.

La relación entre la agricultura 4.0 y la logística alimentaria

Un área estrechamente vinculada a la agricultura 4.0 es la logística alimentaria. Ambas han experimentado importantes cambios y avances en los últimos años gracias a la tecnología y la digitalización.

Si bien la agricultura 4.0 se refiere a la aplicación de tecnologías digitales en el sector agrícola, de nada serviría tener una producción exitosa sin completar la cadena productiva con una cadena de suministro de alimentos que llegue hasta la entrega a los consumidores finales.

Es aquí donde entra en juego la logística alimentaria implicando fases como: planificación, transporte, almacenamiento y distribución eficiente de alimentos. Las fases de distribución y comercialización se convierten especialmente en una parte decisiva para poner en valor todo el trabajo realizado desde el inicio del cultivo hasta estar listo para el consumo.

En resumen, la agricultura, como otros muchos ámbitos, debe adaptarse a los cambios tecnológicos. La agricultura 4.0 ha sido la respuesta a través de una nueva forma de producir en la que priman la eficiencia y la mejora de los cultivos.

Con información de La Universidad de Internet.
22/07/2024