Esto disminución se debió a que los descensos en los índices de precios del azúcar, los productos lácteos, los aceites vegetales y los cereales compensaron con creces los aumentos de los precios de la carne.
Dicho índice se ubicó 8,0 puntos (un 6,7%) por encima de su nivel de hace un año, aunque se mantuvo 33,2 puntos (un 20,7%) por debajo del nivel máximo alcanzado en marzo de 2022. En lo que respecta a 2024 en su conjunto, el índice alcanzó 122,0 puntos, lo que supone 2,6 puntos (un 2,1%) menos que el valor promedio de 2023, según informó la FAO en una nota publicada en su portal web.
Por su parte, el índice de precios de los cereales de la FAO registró en diciembre un promedio de 111,3 puntos, relativamente sin variaciones desde noviembre y 11,5 puntos (un 9,3%) por debajo del nivel alcanzado hace un año. Los precios del trigo para la exportación se mantuvieron en general estables en diciembre.
La presión a la baja ejercida por la atonía de la demanda internacional y la mayor disponibilidad estacional derivada de las cosechas en la Argentina y Australia se vio equilibrada con la presión al alza ejercida por las malas condiciones de los cultivos de invierno en la Federación de Rusia.
Los precios mundiales del maíz evolucionaron ligeramente al alza, respaldados por una recuperación de las ventas de exportación y una mayor escasez de la oferta en los Estados Unidos de América, junto con una fuerte demanda del maíz de origen ucraniano.
Cereales
En cuanto a otros cereales secundarios, subieron los precios mundiales de la cebada, mientras que bajaron los del sorgo.
El índice de precios de la FAO para todos los tipos de arroz disminuyó un 1,2% en diciembre, como consecuencia de los descensos de las cotizaciones de los arroces índica y aromático que se vieron impulsados por una desaceleración de la demanda.
En lo que respecta al año en su conjunto, el índice de precios de los cereales de la FAO alcanzó un promedio de 113,5 puntos en 2024, lo que supone un descenso de 17,4 puntos (un 13,3%) respecto del nivel de 2023, como resultado de una reducción de los precios del trigo y los cereales secundarios, y la segunda disminución anual respecto del nivel sin precedentes de 2022.
Con información de FAO y Finanzas Digital Media
07/01/2025